martes, 14 de diciembre de 2010
El Gato Herrera / Por Luis Alvarenga
lunes, 13 de diciembre de 2010
TIO ARMANDO/ POR MIGUEL PARADA GUIROLA
Tío, la parte que yo vi y conocí de usted, esa parte fuerte y vigorosamente auténtica y espontánea, juvenil y con ganas de compartir esa energía dinámica, esa parte siempre estará conmigo, recordándome y enseñándome que no importa a qué edad uno hace las cosas, no importa que tantos problemas y situaciones de crisis uno puede estar pasando, siempre se puede hallar un momento para sonreír, ya sea despidiendo para siempre a alguien o en las condiciones más difíciles sin perder esa quietud que no la dan solo los años.
RECORDANDO AL AMIGO ARMANDO/ POR RENSJE VAN NECK
GRACIAS POR PERMITIRNOS SER PARTE DE ESTO/ POR ALEJANDRA CUÉLLAR DE MEARDI
Realmente él sólo partió físicamente de esta vida, pero vive en los corazones de cada uno de los que hizo la diferencia y me honra ser uno de esos corazones.
Con especial cariño de todos nosotros:
RECORDANDO A MI TÍO ARMANDO / CARLOS SALVADOR MEARDI GUIROLA
MIS RECUERDOS DEL GATO HERRERA / POR CARLOS VELIS
El homenaje de Yolanda Guirola para su cuñado Armando Herrera / Por Norah Méndez el 21/02/2010
Yolanda me enviaba por e-mail, una columna que escribió en homenaje al gato Herrera, y que además sirve como cierre a su perenne columna en Diario CoLatino, a la cual Armando tituló Agenda Cotidiana. Reproduzco a continuación dicho homenaje, conmovida por el relato y la amistad privilegiada de personas como ella y nuestro querido Gato, a quien todavía no puedo terminar de escribirle algo pues a los amigos es difícil decirles adiós.
EL ÚLTIMO ENCUENTRO
Yolanda Guirola
En memoria de Armando Herrera
Fue una tarde en un café cuando la vi envuelta en velos, con su rostro casi transparente en donde se podían apreciar unos ojos profundamente tristes. Su mirada sacudió todo mi cuerpo. Con voz temblorosa le pregunté ¿Qué tienes, qué tragedia ha llegado a tu vida que se refleja en tu mirada? su respuesta fue casi imperceptible, me siento como una mariposa atrapada en la red. Explícame le dije y continuó: no sé que es mejor, si luchar por liberarme de la trampa o dejar que me traspase el alfiler, de todas formar moriré. – ¿Tan grande es tu pena? Cuéntame alcancé a decirle, notando que sus bellos ojos color miel se humedecían y dos lágrimas rodaban por su rostro casi transparente.
-He sido muy feliz, mi vida ha estado rodeada de grandes emociones, de viajes exóticos, pero sobretodo de mucho cariño. –Entonces, ¿por qué esa tristeza? -él se ha marchado, me he que-dado sola, ya no hay agenda cotidiana que señale el siguiente viaje a emprender, siempre estuvimos juntos, ser huérfana no formó parte de mi aprendizaje, no estoy preparada para sentir tanto dolor, pues solamente conocí la felicidad. Su voz era cada vez más suave, entrecortada, sus hermosos ojos se abrían y cerraban y un torrente de lágrimas escapaba de ellos. Haciendo un gran esfuerzo le dije: el calendario que rige nuestras vidas no tiene señaladas las fechas en que sucederán las tragedias que nos separarán de las personas que amamos, ni las horas que parecerán eternas, ni el momento en que todo se volverá obscuridad. Mientras yo hablaba la luna se cubría de nubes, ella la miraba fijamente como hipnotizada y empezaba a elevarse. Me llené de ansiedad y un grito escapó de mi garganta, ¡no te vayas, quién eres, no se tu nombre!
Me miró y creí descubrir en su rostro una sonrisa cuando dijo: - Voy en busca de mi padre que me espera para continuar nuestra misión. Él me contó que cuando era niño su abuela le relató la historia de una mujer de cabellos largos y grandes senos que salía por las noches en los caminos más solitarios y seducía a los hombres, desde entonces siempre pedía a las estrellas fugaces que se le apareciera esa mujer seductora. Su deseo se cumplió la noche de un eclipse de luna, la emoción fue indescriptible, se sentía como en una nube, la mujer era muy bella e irradiaba luz, le contó su verdadera historia de luchadora por los derechos humanos, pidiéndole que reivindicara su nombre. Así nací yo, él me creó y me llamó SIGUABELLA, ¡Así quiero que me recuerden!
Desapareció, quedando en el espacio una mariposa de múltiples colores que se alejó perdiéndose en la noche.
Un recuerdo de Armando Herrera y Otros Mundos / Por Tirso Canales
Asistían a los recitales poéticos y charlas, y participaban en excursiones que realizaba la asociación. Herrera, a menudo andaba acompañado con Sixto, el Chiqui García, desaparecido por los escuadrones de la muerte. Llegaban a conversar con Roque Dalton, Roberto Armijo. Roberto Cea, Ricardo Bogrand y otros compañeros que nos reuníamos allá. Aquel fue un periodo de renovación intelectual y revolucionaria en El Salvador, y nuestra Generación Comprometida de izquierda, andaba en sindicatos, colegios y escuelas de San Salvador, Santa Ana y San Miguel, agitado mediante recitales poéticos revolucionarios y charlas literarias.
Después, cuando la dictadura oligárquico-militar vino apretando el cerco represivo, el PC, los sindicatos democráticos, los estudiantes universitarios, los profesionales progresistas, las mujeres, el Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM, redoblaron la lucha por romper las políticas represoras. Los jóvenes de secundaria continuaron organizándose en institutos como el “América” y el “Celestino Castro”, que Armando Herrera dirigió por algún tiempo. Aquellos jóvenes con su trabajo contribuyeron a crear parte de los núcleos que integraron la Juventud Comunista. Fueron las décadas 50 y 60, etapa de amplio crecimiento y educación política seria, durante la cual las organizaciones de izquierda no escatimaron esfuerzos enfrentándose a la represión policiaca y militarista, en pleno periodo de la “guerra fría” anticomunista de Estados Unidos.
En las décadas 50/60 el movimiento revolucionario salvadoreño, volvió a sembrar bases revolucionarias en el campo, impulsadas por Miguel Mármol y Segundo Ramírez (primo del heroico Modesto Ramírez) entre otros. El PC, logró reunir a luchadores del 32, del 44, del 53 y del 60 en un frente de mujeres y hombres de conciencia anti-dictatorial y anti-imperialista. Por aquellos años, no había entre los revolucionarios, ni asomo del rampante oportunismo y arribismo de quienes creen hoy que las piñatas llenas de dulces que quiebran con facilidad les cayeron del cielo. Los dirigentes eran otros: moralmente firmes. Aspiraban a terminar con el sistema, y no a fortalecerlo, como suceso hoy. Con aquella consigna el pueblo se superó en la preguerra contra la represión, y en la guerra armada. ¿Y todo para qué? ¿Para hoy consultarle a los explotadores de toda la vida, si les gustaría pagar impuestos?
¿EN QUE MOMENTO ESTAMOS? Estamos en el momento de hacer un riconto de afanes. Decía que con el Compañero Armando Herrera, anduvimos parte de los caminos que nuestro pueblo ha debido recorrer. El hizo su parte con gusto y dedicación hasta sus últimos días, hace hoy un año. El decía que “Los propietarios de circos protegieron a los enanos porque, desde tiempos atrás, un circo no es completo si no tiene payasos chiquitines que haciendo el ridículo divierten a la gente. Los oligárquicos lo hacían (y lo hacen hoy) por otras razones”.
Esto que acabo de transcribir, lo plasmó Armando Herrera, el 8/12/09, Dos días antes de morir. Hace pocos días, el poeta, David Escobar Galindo, y yo, estuvimos exponiendo en un acto en la Universidad de El Salvador, sobre temas de la Cultura de la Paz. Me pidieron que hablara sobre la Generación Literaria de la Guerra. Yo sostuve y sostengo que los poetas y narradores, todos, nos dedicamos a hacer la guerra. Muchos de nosotros disparando armas muy difíciles.
Armando Herrera, Heriberto Montano, y otros compañeros estuvieron en las centrales de redacción de noticias. Yo era el corresponsal de NOTISAL y Director de UCROS, la agencia de noticias del PCS en Costa Rica. Desde allá hacíamos nuestra poesía de la vida contra la muerte.
Durante la noche escuchábamos en todos los idiomas, aquel trabajo que decenas de buenos cuadros intelectuales, no fusileros, realizábamos a diario. ¡Pregúntale a Paco Guzmán, a Toño Velado, si estuvieron durmiendo todos aquellos años! Sin embargo, ni a Armando Herrera ni a ninguno de nosotros nos dio la enfermedad de “comandantitis diputadilis” que le pegó a muchos.
sábado, 11 de diciembre de 2010
UN AÑO YA / POR GABRIEL OTERO
Don Armando... / Por María Ofelia Zúniga
los que ya se han ido,
los que están presentes,
y los que aún tienen que llegar.
Leyendo sobre la sabiduría de "Los Tóltecas" y cómo fueron mujeres y hombres de conocimientos, que formaron una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados que luego fueron transmitiendo a generaciones y generaciones... pensé de repente en que la grandeza de la humanidad a través de la historia quizá sea algo que va más allá de la sabiduría con que mujeres y hombres pudieron adaptarse y sobrevivir en un mundo que cambia y evoluciona; pensaba que una de las cosas más grandes que como seres humanos hemos podido alcanzar es la manera de transmitir esa sabiduría a quienes caminan en el mismo tiempo en que nos es concedido habitar este mundo. De esa manera, la humanidad nunca deja de aprender, ni de crecer, ni de evolucionar a espacios donde la conciencia se despierta y es posible expresar la vida a través de maravillas como el arte, la música o la escritura y nos abre con ello las puertas a lo inmortal más allá del cuerpo en un espacio espiritual como seres únicos, maravillosos e irrepetibles por los siglos de los siglos... Armando Herrera fue sin duda un ser que vivió transmitiendo todo aquello que aprendió y que guardaba en su alma con antiguas y nuevas generaciones porque para él, el acceso a la cultura era un derecho de la humanidad.
Mi llegada a la familia "Herrera-Guirola" se dio en medio de la naturalidad con que siendo una niña de 13 años una tiene una mejor amiga y su familia se vuelve gente cercana, querida, "bien conocida" y con potestad incluso de cuestionarnos simplemente porque, para el caso, se trataba de "la mamá, papá, hermana o hermano de la Mish".
Con la Michele Herrera, mi ahora hermana, mejor amiga y comadrita, nos conocimos en el año
Caminando de la mano fuimos abriendo la mente y el corazón mientras se formaba la identidad que hoy por hoy nos hace mujeres de este tiempo, zurdas, auténticas, revolucionarias, luchadoras y rebeldes que saben amar y creén en las utopías que viven más allá de lo sensato. A nuestro lado teníamos cada una sostenes compartidos sin los cuales mucho de lo que ahora es no habría sido posible: sus padres, los míos y "los nuestros".
Mis recuerdos de Armando Herrera, para mí desde el primer día "don Armando" están confundidos entre lo que la Mish me contaba y lo que yo veía. Él recogiéndola en el colegio en un carro grande y verde, él llevándonos a comprar a Simán la tela para nuestro vestido de graduación, él recogiéndonos para llevarnos de un lado a otro cuando teníamos cualquiera de nuestras actividades "ex-aula", don Armando en el teatro, en los varios lugares donde estuvo la oficina de CODICES, en la casa de la Montebello donde tantas veces me fui a quedar para dormir, en sus otras viviendas, en la Agenda Cotidiana, en los festivales, en Todos los eventos importantes, presente en la vida de su familia, por consiguiente en la de la Mish y entonces por ende, en la mía.
Recuerdo cómo el año pasado la Michele me hacía un reenvío de los e-mails con los detalles de lo que decía el doctor y me expresaba su preocupación, su tristeza y su agotamiento por esas decisiones que se deben tomar y que ponen en juego la mismísima vida: "cirugía cerrada -cirugía abierta, pronóstico delicado, si la operación fuera hoy no la resistiría..." y yo los leía y me preocupaba...
El día de la operación amanecimos con el corazón encogido, no podría contar pero fueron muchas las veces en que durante ese día me detuve a pedir a Dios por un milagro. Le explicaba cómo "otra cosa no podía suceder" punto. A eso de las 5:30 de la tarde una llamada de Alejandro Quiteros " el compadre":
- Mary, quiero avisarte que al parecer "algo ha salido mal durante la operación y entonces, me parece que mejor te venís para el hospital".
Salí de la oficina queriendo poderes de transportación para llegar lo antes posible. Entro y allí están todas las personas que pensaba encontrar, me entero de lo que ha pasado y empiezan unas horas que en mi memoria van y vienen entre la negación del momento y los recuerdos que permanecen para siempre.
«Lo acaban de meter a la sala de cuidados intensivos Si hubieras llegado 5 minutos antes lo hubieras visto porque por este pasillo lo llevaron Dicen los médicos que hay que esperar 24 horas Ya estaban terminando, dicen que estaban a punto de terminar de cerrar cuando la aorta no resistió Dice el doctor que puede oírnos Vamos a confiar Hay que seguir esperando»
Llamé a mi mamá y mi hermana y en 20 minutos ellas también estaban en el hospital. Media hora más tarde el pronóstico había cambiado.
«dicen que no está respondiendo»
Las lágrimas se derramaban en aquel ir y venir en el pasillo del hospital. Irma repetía una y otra vez «No puede ser, esto no puede ser, Armando no puede morirse»
Media hora más y el pronóstico vuelve a cambiar. «Los médicos dicen que "q u i z á n o r e s i s t a l a n o c h e... ¿Qué? Hablé con el doctor y dice que es cuestión de algunas horas. ¿Cómo? No puede ser... es que eso no puede ser...»
Se descargaron los celulares. Podés ir a la casa a traer los cargadores. Me fui. Vuelvo con los cargadores. En la sala de espera de la UCI hay ahora más gente, me sorprendo -a pesar de que son 25 años en la familia y eso me debería parecer lógico - porque les conozco por nombre de pila (y algunas muchas historias) a cada persona allí. El tío..., la tía... etc.
Mish querés un café? No, fue la respuesta... su mirada debía decirlo pero mi alma se negaba aceptarlo. La Mish se fue con Alejando "al baño" y yo entré a la sala de la UCI:
Mi mami: Ya murió hija... acaba de morir.
No!!!!!
Toda la gente a mi alrededor lloraba y yo sin poder ver por las lágrimas me fui desandando el camino que me había llevado allí. Encuentro a la Mish tirada en el pasillo en los brazos de Alejandro. Murió cuando ella entró a despedirse... la hora macabra, el momento más surreal de la vida. Ha muerto un padre.
Hoy hace un año de aquel ingrato día. Veinticinco años atrás la vida condujo mis pasos hasta esta familia a la que amo y llamo con agradecimiento "mi otra familia". La muerte de la madre y luego la del padre han dolido en mi corazón con el dolor que por sí mismo causa verles partir y también en correspondencia por el dolor que sé que está viviendo la Mish y sus hermanos.
En este primer aniversario, luego de que también tuve que celebrar el año pasado "el primer aniversario de la muerte de mi propio padre" sé que no hay manera para saber cómo se va a vivir y a sentir, pero quiero decir que me siento honrada por la invitación a ser parte de quienes en este día vamos a darle vida al recuerdo y a las causas por las que don Armando decidió gastarse hasta el último soplo de vida.
Mi admiración, respeto y cariño por siempre para él y mi compromiso a seguir formando parte de esta familia hasta el final de mis días.
Quienes que se han ido, quienes quedamos y quienes van a venir vivimos acaso en una misma dimensión pero con formas de vida distintas y desconocidas. Por mi parte no dudo ni por un segundo que los sueños se alcanzan y por eso, en esta noche de aniversario voy a mirar al cielo y las estrellas serán mi confirmación de que hay un más allá donde aunque ya no exista la materia aún queda la luz.
Vive por siempre quien amó la vida, quien luchó por ella, quien se dejó las fuerzas luchando por la dignidad y la justicia y por eso, vivirá por siempre don Armando en mi corazón.
Hasta que nos volvamos a encontrar en los sitios donde habita la luz, aquí está mi paso al frente para seguir rompiendo los caminos libertarios que me fueron heredados por su ejemplo.
Hasta siempre Don Armando...
El Universitario
Hugo Molina para el recuerdo...
Universidad de el salvador
Ciudad universitaria, El salvador, C.A.
Enero 30 1979
EL UNIVERSITARIO
#1
Consejo directivo provisional
Editorial
"EL UNIVERSITARIO" inicia hoy una nueva fase de su existencia.
Su función como órgano informativo de la Universidad está obligadamente ligado a la escena universitaria, no a intereses de las autoridades, docentes y estudiantes, sino a contribuir al desarrollo universitario con una Filosofía de diálogo abierto y en función de la totalidad de la sociedad salvadoreña, a quien la Universidad debe su existir, su función y su interés primordial.
En esta nueva fase que se inicia con este número, este periódico se abre a todo el demos universitario para que en función de un trabajo constructivo de todos, logremos el objetivo perseguido de un auténtico desarrollo intra y extra muros de la universidad-
La universidad está en este momento convaleciente de una profunda crisis la cual aparentemente se ha concentrado en la acción de un grupo de dirigentes del extinto Consejo de Administración Provisional (CAPUES); la realidad subyacente a lo manifiesto es otra, la Universidad ha vivido y vive profundamente la crisis que vive nuestro país; el intento actual de Democratización de la institución se ve obstaculizado por los reflejos internos de la pobre Democratización de nuestro medio.
Es preocupación de las actuales autoridades el sentar las bases de un proceso a largo plazo de Democratización en la Universidad que a su vez contribuya al proceso de Democratización general; la participación de cada uno en particular de los universitarios en este proceso es urgente.
Sirva " El Universitario", debe ser verdaderamente Universitario, obtener este objetivo no es fácil; para ello es necesario que cada uno de los integrantes de la comunidad, docentes, estudiantes y autoridades hagan un examen de conciencia, se desprendan de los intereses egoístas y pensando en la Universidad, en función nacional, contribuyamos al diálogo en forma positiva, expresemos nuestras ideas, opiniones valientemente y utilicemos este canal que reabre sus puertas al servicio de todos.
Por este medio por tanto, invitamos a toso el demos universitario para que contribuya en este proceso que se inicia; que participe en la medida de su capacidad a su desarrollo. Quedan abiertas las puertas de este órgano informativo para todos, con la esperanza que a través del mismo, la Universidad cuente con un instrumento de diálogo, que exprese el sentir de la totalidad universitaria.
Armando hijo texto tomado del periódico el universitario
viernes, 10 de diciembre de 2010
MARGARITA DE LONDRES/ Por Michele Herrera Guirola
Recordando a Armando Herrera/ Por Hugo Molina R.
GATO / Por Norah Méndez
Al amigo como padre, Armando Herrera
por vos pasó la mariposa negra en el zaguán
el vuelo del tiempo
para adelante
siempre para atrás
Gato
era tu huella la del agua en el pasillo
del mar donde te ahogaste
en una ola de palabras
náufrago dentro tus ojos verdes
Gato
se llora sólo a los amigos
el papel donde anoté a Mercedes
se hizo tarde
Gato
cuando volvamos a ver/nos
¿sonreímos o lloramos?
acaso todo es la vez
y ni cuenta nos damos
Fotos para rellenar este espacio con su Memoria / Por CECILIA SÁNCHEZ
Armando y Angel Ibarra son los padrinos. Abril 1995 |
Recibimiento a Claribel Alegría |
Recibimiento de Claribel Alegría, fue su primera visita a El Salvador luego de finalizado el conflicto, 1993. |
MI PADRINO ARMANDO / Por Gabriel Kliche-Sánchez
Padrino y ahijado. Esta foto fue tomada en el Centro Cultural Nuestra América en la celebración del triunfo del FMLN, 2009. |
Poema de Armando para Gabriel / Cecilia Sánchez
“EL BEBÉ DE LA AVENIDA C” / Por Cecilia Sánchez
«Sí querida Michele, tengo algunas cosas que quiero mandarte. Sólo tengo que scanearlas. Seguro mi esposo que veía a Armando como un hermano, querrá escribir algo.
Te voy a contar que en mi último viaje a San Salvador, no me pude encontrar con el viejo, sólo hablamos por teléfono varias veces, él nunca tenía tiempo porque estaba casi siempre en el hospital preparándose para la segunda operación. El día siguiente de mi regreso a Alemania, abrí mi correo y uno de ellos decía "Comadre, cuando usted estaba viajando para Alemania, el Compadre Armando estaba viajando a otro mundo". Los tres que en ese momento nos encontrábamos en casa, (Luty, Gabriel y yo), nos abrazamos, lloramos y leímos el poema que te enviaré.
Querida Michele, intentaré escribir algo, me es muy difícil, son tantos recuerdos. Para mí, no es sólo el intelectual, para mí es, además, la amistad, las familias, el compañerismo, la hermandad. Creo que me comprendes»