martes, 14 de diciembre de 2010

El Gato Herrera / Por Luis Alvarenga

La última vez que lo encontré fue en un supermercado. Estaba muy flaco. Me contó que había pasado mucho tiempo hospitalizado, pero que ahora estaba bien. Se le veía optimista. Tenía planes de darle un nuevo empujón al Comité de Solidaridad con Cuba y estaba muy entusiasmado con un grupo de jóvenes que hace trabajo cultural y político. “Es lo bueno de que sean jóvenes y que tengan mentalidad de jóvenes”—me dijo—, “porque hay gente joven que aprende rápido las mañas de los viejos”. Nos despedimos y quedamos en vernos algún día. 
 
Era Armando, el Gato o el Zarco Herrera, llamado así por sus ojos verdes. En 1992 coincidimos en algunas reuniones de la llamada Concertación Cultural. El término “concertación” se había puesto de moda en el submundo político y había contagiado al submundo intelectual. El Gatorepresentaba al grupo Códices, donde también estaban Heriberto Montano, Mario Castrillo y, según creo, también el músico Godofredo Echeverría. Códices había hecho trabajo de difusión cultural y de solidaridad política con el FMLN desde Managua. Publicaban una revista que llevaba el nombre del grupo. En una de ellas apareció un cuento ya perdido de Alfonso Kijadurías, titulado “ La Truxson ”. El número en cuestión tenía ilustraciones de Camilo Minero. La revista Códices es ya casi imposible de encontrar. 
 
En aquel momento, Armando era un tipo con mucha experiencia política. Con una militancia de décadas en el Partido Comunista desde tiempos del Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, el Gato se alejaba del estereotipo de militante comunista (esto es, severo, con una austeridad casi monacal, etc.). Nos recordaba a Marlon Brando en El padrino, un don Vito Corleone elegante y con mundo, pero sin lo sanguinario y lo abyecto del personaje de Mario Puzo. Armando había pasado la experiencia de la clandestinidad, del trabajo de comunicaciones del PC en el exterior, del trabajo en las relaciones internacionales de  la Universidad.  Aún  más: había pasado por el tormento de perder a su compañera, la feminista Norma Virginia Guirola, quedándose a cargo de sus dos hijas y su hijo. Todo esto, que convertiría a cualquiera en una persona sombría, hacía que Armando fuera un hombre bastante jovial y que se acercara a nosotros, incipientes y díscolos poetas, con mucha amistad y quintales de benevolencia. 
 
No sé si Armando escribía, o qué cosas escribía, antes del 90. Pero lo cierto es que se convirtió en un colaborador constante del recién creado suplemento cultural Tresmil del entonces llamado Diario Latino, gracias a su disciplina para escribir. Todos los sábados aparecía una entrega de su “Prenovela”, que narraba los preparativos de una gran ofensiva militar en El Salvador por parte de un grupo guerrillero. No era una novela testimonial. Quizás no era una novela, sino una prenovela, una antenovela, en el que los personajes combinaban los rigores de la vida guerrillera y de la conspiración en la capital con la elegancia y el gozo por los placeres de la vida. A lo mejor era una forma de decir que para el Gato la lucha por los cambios sociales no debía librarse con el ceño fruncido —y la mente y el corazón también fruncidos— y que, con todo, la vida valía la pena vivirla, por muy jodida que ésta fuera. 
 
Herrera impulsó mucho el trabajo de solidaridad con Cuba, tanto desde tiempos de la llamada “Concertación cultural”, como después. Por supuesto que junto a él hubo, y hay, muchísima gente que iluminó esta labor: el obispo luterano Medardo Gómez, los escritores Salvador Juárez y Miguel Ángel Chinchilla, por mencionar algunos nombres. 
 
La última vez que lo vi, el Gato conservaba un brillo en los ojos que solamente lo tienen los niños y los que todavía sueñan.

lunes, 13 de diciembre de 2010

TIO ARMANDO/ POR MIGUEL PARADA GUIROLA

Querido Tío Armando, 
No quiero desaprovechar este momento, para dirigirme a usted.
Tengo el recuerdo de usted siempre con una actitud relajada y juvenil y cuando digo juvenil, quiero decir una persona que vive y goza el presente, que tiene pasiones y se mueve y busca realizar cosas y disfruta de sí mismo y eso es lo que me ha quedado de su presencia aquí en este mundo lleno de un montón de cosas más.
Eso, la juventud mezclada con cierta quietud y madurez que no solo los años lo dan, me parecía a mí, una mejor alternativa frente a otras actitudes, que me eran más rígidas, autoritarias y menos flexibles, su flexibilidad y humor, Tío, hacían de su trato, algo mucho más natural y tranquilo y me mostraba que no necesariamente uno al ser mayor y tener una familia, se vaya a volver aburrido y monótono, sino que uno puede mantener esa juventud y seguir siendo flexible y espontáneo. Ese es el primer mensaje que pude captar de su presencia.
Tío Armando, usted siempre fue para mí esa persona que se salía del típico papel de persona mayor tratando a la persona menor, yo sentía un contacto muy directo con usted gracias a su manera de ser, a pesar de la diferencia de edades que nos separaban.
Recuerdo cuando usted me tomó unas fotos en el jardín de mi casa y yo, aprovechándome un poco de su flexibilidad le quité su cigarro para que me hiciera una foto así, sin fumar claro, yo no podía, tenía sólo 12 años, pero me puse el cigarro en la boca, y usted al principio me decía, nombre, dámelo de regreso, y yo, no, sólo hágame la foto así y luego se lo doy, y usted aceptó.
Así de libre me sentía siempre con usted, siendo yo mismo.
Tío, la parte que yo vi y conocí de usted, esa parte fuerte y vigorosamente auténtica y espontánea, juvenil y con ganas de compartir esa energía dinámica, esa parte siempre estará conmigo, recordándome y enseñándome que no importa a qué edad uno hace las cosas, no importa que tantos problemas y situaciones de crisis uno puede estar pasando, siempre se puede hallar un momento para sonreír, ya sea despidiendo para siempre a alguien o en las condiciones más difíciles sin perder esa quietud que no la dan solo los años.
Cuando veía a mi Tía Norma y a usted juntos, sentía que eran una buena pareja, la suavidad de mi Tía Norma y el carácter juvenil que usted tenía, me hacían estar tranquilo y me sentía cómodo a su lado.
Y como la vida nos ha mostrado también la oscuridad del ser humano, tengo que traer al presente, esas horas oscuras que nos tocó vivir por la guerra civil de nuestro país y en el que pude observarlo a usted un par de días después del 11 de noviembre de 1989, lo vi a usted y a mi prima Michelle y mi primo Armandito abrazados los tres en mi casa, luego de recibir la noticia de que mi Tía Norma ya no estaba con nosotros, en esas horas llenas de dolor para todos que golpearon e hirieron a nuestro ser en lo más hondo y sagrado de su esencia, los vi a los tres por un momento y me sentí conmovido por sus lágrimas que se igualaban a las de mis primos, sus lágrimas salían con la misma intensidad y sinceridad que la de ellos, y pude ver en ese instante como nuestras vidas recibían tan fuertes golpes que cambiarían nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, la vida en sí nunca sería más la misma vida que todos vivimos en casa de los abuelitos y en nuestros hogares.
Y Tío, después de todo eso, que mejor mensaje se le puede dejar a la vida que continúa, a las nuevas generaciones, a nosotros, que el que usted mostró en su vida? 
Su mensaje: vivan la vida y gócenla, sean jóvenes, interésense por nuestra patria, hagan algo para que cambien las cosas, sientan con fuerza, sean flexibles y no usen su edad de mayores para imponerse o intimidar a los menores. No dejen que la muerte por más cerca que esté, les opaque la sonrisa.
 
Miguel Parada Guirola.
Alemania. 11 de diciembre de 2010.

RECORDANDO AL AMIGO ARMANDO/ POR RENSJE VAN NECK

Gracias por mandarme la anunciación del recordatorio de tu padre, quien ya un año les había dejado.
A la vez mando nuestros deseos de que ustedes como hijos y demás familiares tengan la fuerza para seguir adelante en sus anhelos, con el ejemplo de Armando en su afán de contribuir a la vida cultural de El Salvador y de la región.

Yo tengo buenos recuerdos de conversaciones con tu papa como al respecto de los indígenas, de los pocos que todavía viven en ES. 
Y me recuerdo asistir a algunas noches muy agradables e interesantes de música, película (p.e. de Frida Kahlo) y conversaciones que tu papá organizaba para llegar a un mundo más justo para todos.
Espero que sigan adelante ustedes con el gran ejemplo de Armando.
Que tengan una tarde llena de buenos sentimientos y recuerdos.

Copio esto a Jan Wybe quien también había conocido a tu padre por el año 1992.

Gracias otra vez y fuerza, también con saludos cordiales para todos los familiares e amigos.

Rensje,
La Haya, 10 de Dic. 2010.

GRACIAS POR PERMITIRNOS SER PARTE DE ESTO/ POR ALEJANDRA CUÉLLAR DE MEARDI

Aunque la vida no me permitió conocer a Don Armando, todo lo que yo hubiera querido, recuerdo bien que Carlos siempre me habló del infinito amor que tenía por uno de sus tíos más preciados para él, siempre me contó de todas las virtudes que él tenía y siempre sentimos admiración por él.
Cuando yo me uní a su familia recuerdo bien sus 'interminables' palabras de apoyo (necesarias para alguien en mi condición y a mi corta edad), siempre me sentí apreciada por él y créanme que siempre me alegraba mucho al verlo, le enseñé a mi hija a querer al 'Tío Armando' y ella sin duda lo recuerda con mucho cariño.
Recuerdo que uno ó dos días antes de su operación nos lo encontramos hablando con Don Víctor y Armandito fuera de Galerías y puedo dar fe de que él tenía una fortaleza mental indudable pues vi en él paz y tranquilidad.
Carlos después de dejarnos fue junto a Carlitos a saludarlo y recuerdo que me dijo: 'Que bien se mira mi tío Armando'; y aunque su padecer estaba doblegando su cuerpo nunca pudo doblegar su alma y el amor de todos y a todos y cada uno fue lo que le permitió partir de esta vida como un caballero en paz.
Realmente él sólo partió físicamente de esta vida, pero vive en los corazones de cada uno de los que hizo la diferencia y me honra ser uno de esos corazones.

Con especial cariño de todos nosotros: 
Carlos, Alejandra, Alejandrita y Carlitos Meardi Cuéllar
San Salvador. 11 de diciembre 2010

RECORDANDO A MI TÍO ARMANDO / CARLOS SALVADOR MEARDI GUIROLA

Realmente lamento no poder haber asistido, pero estoy en medio de las cortas de café que como sabrás dependen mucho de mi presencia.
Soy de muy pocas palabras, lo único que puedo decir es que siempre estarán en mi mente todos los momentos que viví con mi tío, desde el día que regresó de Nicaragua que creo que se estaba escondiendo por que cuando habló con mi papá le decía " mirá Luisín sólo van a ser unos días" a lo cual (yo de metiche) dije, Armando usted se puede quedar aquí todo el tiempo que quiera y si algo sale mal no se preocupe que yo conozco algunas personas que seguro ayudarán... Y vivió no sé cuánto tiempo en mi casa.
Desde ese momento tuve la impresión que era un gran tipo, sonriente que fumaba mucho, que hacía muchas bromas y que me quería mucho, luego cuando fui adolecente corroboré mi idea de niño, si era un gran hombre y alguien de mucha confianza al cual se le podría confiar casi cualquier cosa, después cuando llegue a la adultez mi idea de infancia se maduró y supe que estaba frente a mi tío, alguien de mi absoluta admiración y de gran respeto en el medio que se movía, un tipo que al preguntarle sobre agricultura, sobre café!!! Sí, a un comunicador, de café!!! Y me dejo atónito con su plática... fue increíble pensar en ese momento que una persona con su ideología y su carrera supiera tanto de café, pero luego respondió con gran habilidad acerca de todo lo que le pregunté... en síntesis un hombre que sabía de todo!!! Lástima que la vida tenga fin, pensé el día que murió mi papá, y el día que murió, mi tío...
Cuídense y recordá que los queremos mucho mucho

Carlos Meardi Guirola. Berlín, 12 de diciembre 2010

MIS RECUERDOS DEL GATO HERRERA / POR CARLOS VELIS

Conocí a Armando... ¿Conocerlo? Con todas sus facetas, sus siete vidas felinas... Estando yo entre los críticos de la izquierda tradicional, lo veía de lejitos, sabía que era el encargado de mis compañeros de la Escuela de Teatro, lo vi llegar un par de veces, discretamente, como era de rigor, al Bachillerato en Artes, y a la distancia le seguí la pista. Era el que hablaba francés, contaba chistes, se había leído a Marx y conocía otros países. Posiblemente la URSS. De todas formas, yo no entendía por qué seguía con los "revis". Lo entendí algunos años después, leyendo el libro de Ernesto Cardenal, "En Cuba". Voy a omitir la cita a la que me refiero, pero es de Roque Dalton. El Gato sabe cuál es y se ríe desde allá.
En Costa Rica, en casa de unos amigos, compartimos una buena tertulia. Lico Baires lo trajo por la calle de la Amargura porque le había requisado un recuerdito que llevaba para alguien, creo que era un pin ruso o algo así. Fue entonces que pude catar de cerca su simpatía y verdadera y sólida cultura.
De regreso en el país, en el 86, nos reencontramos en tenidas literarias y otros avatares culturales. Sobre todo, cuando trabajaba con energía su proyecto Códices y otros más. Incluso estuvimos juntos en algunos proyectos que no se consolidaron por falta de apoyo.
Fue el Gato siempre el mismo, optimista a toda prueba, de humor fino... en fin, un maestro.
Cuando se gastó su séptima vida, por razones indefinibles, nos dimos cuenta tarde. Ya no pudimos asistir a despedir al amigo. Pero le hicimos un homenaje íntimo, mi mujer y yo. Pusimos el disco Cantares de Joan Manuel Serrat y brindamos por él.
Carlos Velis.
11 de diciembre 2010

El homenaje de Yolanda Guirola para su cuñado Armando Herrera / Por Norah Méndez el 21/02/2010

Un día de estos me llevé una grata y verdadera sorpresa al encontrar en mi buzón el correo de Yolanda Guirola. Ella es una de las profesionales mujeres más admiradas por mi persona, al igual que otras mujeres de su familia, con quienes comparto amistad y aficiones por el arte.

Yolanda me enviaba por e-mail, una columna que escribió en homenaje al gato Herrera, y que además sirve como cierre a su perenne columna en Diario CoLatino, a la cual Armando tituló Agenda Cotidiana. Reproduzco a continuación dicho homenaje, conmovida por el relato y la amistad privilegiada de personas como ella y nuestro querido Gato, a quien todavía no puedo terminar de escribirle algo pues a los amigos es difícil decirles adiós.


EL ÚLTIMO ENCUENTRO
Yolanda Guirola
En memoria de Armando Herrera

Fue una tarde en un café cuando la vi envuelta en velos, con su rostro casi transparente en donde se podían apreciar unos ojos profundamente tristes. Su mirada sacudió todo mi cuerpo. Con voz temblorosa le pregunté ¿Qué tienes, qué tragedia ha llegado a tu vida que se refleja en tu mirada? su respuesta fue casi imperceptible, me siento como una mariposa atrapada en la red. Explícame le dije y continuó: no sé que es mejor, si luchar por liberarme de la trampa o dejar que me traspase el alfiler, de todas formar moriré. – ¿Tan grande es tu pena? Cuéntame alcancé a decirle, notando que sus bellos ojos color miel se humedecían y dos lágrimas rodaban por su rostro casi transparente.

-He sido muy feliz, mi vida ha estado rodeada de grandes emociones, de viajes exóticos, pero sobretodo de mucho cariño. –Entonces, ¿por qué esa tristeza? -él se ha marchado, me he que-dado sola, ya no hay agenda cotidiana que señale el siguiente viaje a emprender, siempre estuvimos juntos, ser huérfana no formó parte de mi aprendizaje, no estoy preparada para sentir tanto dolor, pues solamente conocí la felicidad. Su voz era cada vez más suave, entrecortada, sus hermosos ojos se abrían y cerraban y un torrente de lágrimas escapaba de ellos. Haciendo un gran esfuerzo le dije: el calendario que rige nuestras vidas no tiene señaladas las fechas en que sucederán las tragedias que nos separarán de las personas que amamos, ni las horas que parecerán eternas, ni el momento en que todo se volverá obscuridad. Mientras yo hablaba la luna se cubría de nubes, ella la miraba fijamente como hipnotizada y empezaba a elevarse. Me llené de ansiedad y un grito escapó de mi garganta, ¡no te vayas, quién eres, no se tu nombre!

Me miró y creí descubrir en su rostro una sonrisa cuando dijo: - Voy en busca de mi padre que me espera para continuar nuestra misión. Él me contó que cuando era niño su abuela le relató la historia de una mujer de cabellos largos y grandes senos que salía por las noches en los caminos más solitarios y seducía a los hombres, desde entonces siempre pedía a las estrellas fugaces que se le apareciera esa mujer seductora. Su deseo se cumplió la noche de un eclipse de luna, la emoción fue indescriptible, se sentía como en una nube, la mujer era muy bella e irradiaba luz, le contó su verdadera historia de luchadora por los derechos humanos, pidiéndole que reivindicara su nombre. Así nací yo, él me creó y me llamó SIGUABELLA, ¡Así quiero que me recuerden!

Desapareció, quedando en el espacio una mariposa de múltiples colores que se alejó perdiéndose en la noche.

Un recuerdo de Armando Herrera y Otros Mundos / Por Tirso Canales

Con el compañero Armando Herrera caminamos un buen trecho de los caminos de este mundo, desde los años finales de la década del 50. El y su grupo de Estudiantes de Educación Secundaria, llegaban a la Asociación de la juventud “5 de Noviembre”, que era nuestra agrupación de intelectuales de izquierda, organizada en el proceso de reconstrucción del Partido Comunista. Quienes militábamos en la “5 de Noviembre”, ya teníamos algún “nombre literario”, y los jóvenes de secundaria llegaban a nuestro local, en las cercanías del “Águila del Campo de Marte”, después campo de diversiones infantiles.

Asistían a los recitales poéticos y charlas, y participaban en excursiones que realizaba la asociación. Herrera, a menudo andaba acompañado con Sixto, el Chiqui García, desaparecido por los escuadrones de la muerte. Llegaban a conversar con Roque Dalton, Roberto Armijo. Roberto Cea, Ricardo Bogrand y otros compañeros que nos reuníamos allá. Aquel fue un periodo de renovación intelectual y revolucionaria en El Salvador, y nuestra Generación Comprometida de izquierda, andaba en sindicatos, colegios y escuelas de San Salvador, Santa Ana y San Miguel, agitado mediante recitales poéticos revolucionarios y charlas literarias.

Después, cuando la dictadura oligárquico-militar vino apretando el cerco represivo, el PC, los sindicatos democráticos, los estudiantes universitarios, los profesionales progresistas, las mujeres, el Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM, redoblaron la lucha por romper las políticas represoras. Los jóvenes de secundaria continuaron organizándose en institutos como el “América” y el “Celestino Castro”, que Armando Herrera dirigió por algún tiempo. Aquellos jóvenes con su trabajo contribuyeron a crear parte de los núcleos que integraron la Juventud Comunista. Fueron las décadas 50 y 60, etapa de amplio crecimiento y educación política seria, durante la cual las organizaciones de izquierda no escatimaron esfuerzos enfrentándose a la represión policiaca y militarista, en pleno periodo de la “guerra fría” anticomunista de Estados Unidos.

En las décadas 50/60 el movimiento revolucionario salvadoreño, volvió a sembrar bases revolucionarias en el campo, impulsadas por Miguel Mármol y Segundo Ramírez (primo del heroico Modesto Ramírez) entre otros. El PC, logró reunir a luchadores del 32, del 44, del 53 y del 60 en un frente de mujeres y hombres de conciencia anti-dictatorial y anti-imperialista. Por aquellos años, no había entre los revolucionarios, ni asomo del rampante oportunismo y arribismo de quienes creen hoy que las piñatas llenas de dulces que quiebran con facilidad les cayeron del cielo. Los dirigentes eran otros: moralmente firmes. Aspiraban a terminar con el sistema, y no a fortalecerlo, como suceso hoy. Con aquella consigna el pueblo se superó en la preguerra contra la represión, y en la guerra armada. ¿Y todo para qué? ¿Para hoy consultarle a los explotadores de toda la vida, si les gustaría pagar impuestos?

¿EN QUE MOMENTO ESTAMOS? Estamos en el momento de hacer un riconto de afanes. Decía que con el Compañero Armando Herrera, anduvimos parte de los caminos que nuestro pueblo ha debido recorrer. El hizo su parte con gusto y dedicación hasta sus últimos días, hace hoy un año. El decía que “Los propietarios de circos protegieron a los enanos porque, desde tiempos atrás, un circo no es completo si no tiene payasos chiquitines que haciendo el ridículo divierten a la gente. Los oligárquicos lo hacían (y lo hacen hoy) por otras razones”.

Esto que acabo de transcribir, lo plasmó Armando Herrera, el 8/12/09, Dos días antes de morir. Hace pocos días, el poeta, David Escobar Galindo, y yo, estuvimos exponiendo en un acto en la Universidad de El Salvador, sobre temas de la Cultura de la Paz. Me pidieron que hablara sobre la Generación Literaria de la Guerra. Yo sostuve y sostengo que los poetas y narradores, todos, nos dedicamos a hacer la guerra. Muchos de nosotros disparando armas muy difíciles.

Armando Herrera, Heriberto Montano, y otros compañeros estuvieron en las centrales de redacción de noticias. Yo era el corresponsal de NOTISAL y Director de UCROS, la agencia de noticias del PCS en Costa Rica. Desde allá hacíamos nuestra poesía de la vida contra la muerte.

Durante la noche escuchábamos en todos los idiomas, aquel trabajo que decenas de buenos cuadros intelectuales, no fusileros, realizábamos a diario. ¡Pregúntale a Paco Guzmán, a Toño Velado, si estuvieron durmiendo todos aquellos años! Sin embargo, ni a Armando Herrera ni a ninguno de nosotros nos dio la enfermedad de “comandantitis diputadilis” que le pegó a muchos.

sábado, 11 de diciembre de 2010

UN AÑO YA / POR GABRIEL OTERO

"Dicen que los otros se reconocen en uno así como uno en los otros para evitar el olvido, si nadie se acuerda de nosotros es como si no hubiésemos existido, eterna paradoja de la vida que gira frenética en espiral. En ella dejamos rastros antes de coser nuestra mortaja de estrellas y nuestros hijos y sus hijos se encargarán de preservar lo que fuimos."

Ese texto lo escribí hace más de un año y lo retomo para acordarme de Armando Herrera en este homenaje íntimo que compartimos su familia y amigos.

Lamentablemente nacimos en un país desmemoriado, una parcela del planeta que se olvida a sí misma y repite una y otra vez los errores de ayer y de antier: la intolerancia, el sectarismo, la ceguera, el egoísmo, la estolidez y la incomunicación.

Nos hace falta gente conciliadora como El Gato, con la habilidad de encontrar coincidencias en posturas divergentes, y sobre todo con la capacidad de saber escuchar.

Ayer pensaba que El Gato hubiese sido un excelente ministro de relaciones exteriores: hombre de mundo, culto, con convicciones firmes, amante de la vida y de su tierra. Aunque quién sabe si por modestia hubiese aceptado el cargo.

Me hubiera dado gusto verlo para conversar como siempre lo hicimos en cada encuentro, transmitía calidez y humanidad, algo que hoy en día se ha extraviado.

Un año ya de que partió y adonde quiere que esté de seguro le estará sonriendo a su interlocutor.

Por ahí nos veremos Gato.   
      




Don Armando... / Por María Ofelia Zúniga

Al círculo de Fuego;
los que ya se han ido,
los que están presentes,
y los que aún tienen que llegar.

Leyendo sobre la sabiduría de "Los Tóltecas" y cómo fueron mujeres y hombres de conocimientos, que formaron una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados que luego fueron transmitiendo a generaciones y generaciones... pensé de repente en que la grandeza de la humanidad a través de la historia quizá sea algo que va más allá de la sabiduría con que mujeres y hombres pudieron adaptarse y sobrevivir en un mundo que cambia y evoluciona; pensaba que una de las cosas más grandes que como seres humanos hemos podido alcanzar es la manera de transmitir esa sabiduría a quienes caminan en el mismo tiempo en que nos es concedido habitar este mundo.  De esa manera, la humanidad nunca deja de aprender, ni de crecer, ni de evolucionar a espacios donde la conciencia se despierta y es posible expresar la vida a través de maravillas como el arte, la música o la escritura y nos abre con ello las puertas a lo inmortal más allá del cuerpo en un espacio espiritual como seres únicos, maravillosos e irrepetibles por los siglos de los siglos... Armando Herrera fue sin duda un ser que vivió transmitiendo todo aquello que aprendió y que guardaba en su alma con antiguas y nuevas generaciones porque para él, el acceso a la cultura era un derecho de la humanidad.

Mi llegada a la familia "Herrera-Guirola" se dio en medio de la naturalidad con que siendo una niña de 13 años una tiene una mejor amiga y su familia se vuelve gente cercana, querida, "bien conocida" y con potestad incluso de cuestionarnos simplemente porque, para el caso, se trataba de "la mamá, papá, hermana o hermano de la Mish".

Con la Michele Herrera, mi ahora hermana, mejor amiga y comadrita, nos conocimos en el año 2007 error: es 1987 (uuuuuu) cuando ambas eramos unas chiquillas y el camino a las respectivas casas fue uno bien recorrido por cada una a medida que iban pasando los años.    Nuestra amistad se ha tejido entre risas, travesuras, ilusiones, sueños logros, alegrías, tristezas y desencantos tanto adolescentes y juveniles como adultos en este tiempo que ahora vivimos.   

Caminando de la mano fuimos abriendo la mente y el corazón mientras se formaba la identidad que hoy por hoy nos hace mujeres de este tiempo, zurdas, auténticas, revolucionarias, luchadoras  y rebeldes que saben amar y creén en las utopías que viven más allá de lo sensato.   A nuestro lado teníamos cada una sostenes compartidos sin los cuales mucho de lo que ahora es no habría sido posible: sus padres, los míos y "los nuestros".

Mis recuerdos de Armando Herrera, para mí desde el primer día "don Armando" están confundidos entre lo que la Mish me contaba y lo que yo veía.  Él recogiéndola en el colegio en un carro grande y verde, él llevándonos a comprar a Simán la tela para nuestro vestido de graduación, él recogiéndonos para llevarnos de un lado a otro cuando teníamos cualquiera de nuestras actividades "ex-aula", don Armando en el teatro, en los varios lugares donde estuvo la oficina de CODICES, en la casa de la Montebello donde tantas veces me fui a quedar para dormir, en sus otras viviendas, en la Agenda Cotidiana, en los festivales, en Todos los eventos importantes, presente en la vida de su familia, por consiguiente en la de la Mish y entonces por ende, en la mía. 

Recuerdo cómo el año pasado la Michele me hacía un reenvío de los e-mails con los detalles de lo que decía el doctor y me expresaba su preocupación, su tristeza y su agotamiento por esas decisiones que se deben tomar y que ponen en juego la mismísima vida: "cirugía cerrada -cirugía abierta, pronóstico delicado, si la operación fuera hoy no la resistiría..." y yo los leía y me preocupaba... 

El día de la operación amanecimos con el corazón encogido, no podría contar pero fueron muchas las veces en que durante ese día me detuve a pedir a Dios por un milagro.  Le explicaba cómo "otra cosa no podía suceder" punto.  A eso de las 5:30 de la tarde una llamada de Alejandro Quiteros " el compadre": 

- Mary, quiero avisarte que al parecer "algo ha salido mal durante la operación y entonces, me parece que mejor te venís para el hospital".

Salí de la oficina queriendo poderes de transportación para llegar lo antes posible.   Entro y allí están todas las personas que pensaba encontrar, me entero de lo que ha pasado y empiezan unas horas que en mi memoria van y vienen entre la negación del momento y los recuerdos que permanecen para siempre.

«Lo acaban de meter a la sala de cuidados intensivos Si hubieras llegado 5 minutos antes lo hubieras visto porque por este pasillo lo llevaron  Dicen los médicos que hay que esperar 24 horas  Ya estaban terminando, dicen que estaban a punto de terminar de cerrar cuando la aorta no resistió  Dice el doctor que puede oírnos  Vamos a confiar Hay que seguir esperando»

Llamé a mi mamá y mi hermana y en 20 minutos ellas también estaban en el hospital.  Media hora más tarde el pronóstico había cambiado.

«dicen que no está respondiendo» 

Las lágrimas se derramaban en aquel ir y venir en el pasillo del hospital. Irma repetía una y otra vez «No puede ser, esto no puede ser, Armando no puede morirse»

Media hora más y el pronóstico vuelve a cambiar. «Los médicos dicen que  "q u i z á  n o  r e s i s t a l a   n o c h e... ¿Qué?  Hablé con el doctor y dice que es cuestión de algunas horas.  ¿Cómo? No puede ser... es que eso no puede ser...»

Se descargaron los celulares. Podés ir a la casa a traer los cargadores. Me fui.  Vuelvo con los cargadores.  En la sala de espera de la UCI hay ahora más gente, me sorprendo -a pesar de que son 25 años en la familia y eso me debería parecer lógico - porque les conozco por nombre de pila (y algunas muchas historias) a cada persona allí.  El tío..., la tía... etc.

Mish querés un café? No, fue la respuesta... su mirada debía decirlo pero mi alma se negaba aceptarlo.  La Mish se fue con Alejando "al baño" y yo entré a la sala de la UCI: 

Mi mami:  Ya murió hija... acaba de morir.

No!!!!!

Toda la gente a mi alrededor lloraba y yo sin poder ver por las lágrimas me fui desandando el camino que me había llevado allí.   Encuentro a la Mish tirada en el pasillo en los brazos de Alejandro.  Murió cuando ella entró a despedirse... la hora macabra, el momento más surreal de la vida.  Ha muerto un padre.

Hoy hace un año de aquel ingrato día.  Veinticinco años atrás la vida condujo mis pasos hasta esta familia a la que amo y llamo con agradecimiento "mi otra familia".  La muerte de la madre y luego la del padre han dolido en mi corazón con el dolor que por sí mismo causa verles partir y también en correspondencia por el dolor que sé que está viviendo la Mish y sus hermanos.

En este primer aniversario, luego de que también tuve que celebrar el año pasado "el primer aniversario de la muerte de mi propio padre" sé que no hay manera para saber cómo se va a vivir y a sentir, pero quiero decir que me siento honrada por la invitación a ser parte de quienes en este día vamos a darle vida al recuerdo y a las causas por las que don Armando decidió gastarse hasta el último soplo de vida.

Mi admiración, respeto y cariño por siempre para él y mi compromiso a seguir formando parte de esta familia hasta el final de mis días.

Quienes que se han ido, quienes quedamos y quienes van a venir vivimos acaso en una misma dimensión pero con formas de vida distintas y desconocidas.  Por mi parte no dudo ni por un segundo que los sueños se alcanzan y por eso, en esta noche de aniversario voy a mirar al cielo y las estrellas serán mi confirmación de que hay un más allá donde aunque ya no exista la materia aún queda la luz.

Vive por siempre quien amó la vida, quien luchó por ella, quien se dejó las fuerzas luchando por la dignidad y la justicia y por eso, vivirá por siempre don Armando en mi corazón.

Hasta que nos volvamos a encontrar en los sitios donde habita la luz, aquí está mi paso al frente para seguir rompiendo los caminos libertarios que me fueron heredados por su ejemplo.

Hasta siempre Don Armando...

El Universitario

Hugo Molina para el recuerdo...

 

Universidad de el salvador

Ciudad universitaria, El salvador, C.A.

Enero 30 1979

EL UNIVERSITARIO

#1

Consejo directivo provisional

Editorial

"EL UNIVERSITARIO" inicia hoy una nueva fase de su existencia.

Su función como órgano informativo de la Universidad está obligadamente ligado a la escena universitaria, no a intereses de las autoridades, docentes y estudiantes, sino a contribuir al desarrollo universitario con una Filosofía de diálogo abierto y en función de la totalidad de la sociedad salvadoreña, a quien la Universidad debe su existir, su función y su interés primordial.

En esta nueva fase que se inicia con este número, este periódico se abre a todo el demos universitario para que en función de un trabajo constructivo de todos, logremos el objetivo perseguido de un auténtico desarrollo intra y extra muros de la universidad-

La universidad está en este momento convaleciente de una profunda crisis la cual aparentemente se ha concentrado en la acción de un grupo de dirigentes del extinto Consejo de Administración Provisional (CAPUES); la realidad subyacente a lo manifiesto es otra, la Universidad ha vivido y vive profundamente la crisis que vive nuestro país; el intento actual de Democratización de la institución se ve obstaculizado por los reflejos internos de la pobre Democratización de nuestro medio.

Es preocupación de las actuales autoridades el sentar las bases de un proceso a largo plazo de Democratización en la Universidad que a su vez contribuya al proceso de Democratización general; la participación de cada uno en particular de los universitarios en este proceso es urgente.

Sirva " El Universitario", debe ser verdaderamente Universitario, obtener este objetivo no es fácil; para ello es necesario que cada uno de los integrantes de la comunidad, docentes, estudiantes y autoridades hagan un examen de conciencia, se desprendan de los intereses egoístas y pensando en la Universidad, en función nacional, contribuyamos al diálogo en forma positiva, expresemos nuestras ideas, opiniones valientemente y utilicemos este canal que reabre sus puertas al servicio de todos.

Por este medio por tanto, invitamos a toso el demos universitario para que contribuya en este proceso que se inicia; que participe en la medida de su capacidad a su desarrollo. Quedan abiertas las puertas de este órgano informativo para todos, con la esperanza que a través del mismo, la Universidad cuente con un instrumento de diálogo, que exprese el sentir de la totalidad universitaria.

Armando hijo texto tomado del periódico el universitario


 

viernes, 10 de diciembre de 2010

MARGARITA DE LONDRES/ Por Michele Herrera Guirola

Hace casi un año, cuando murió mi papá y nos tocó la dura tarea de avisar a la familia, amigos y amigas, dado que nuestra mente no tenía muy bien procesado aún lo que estaba sucediendo, era difícil concentrarse en quién ya sabía y quién faltaba. Sin embargo, entre los primeros nombres que sí tuvimos presente fue el de Margarita de Londres, pero se presentaron dificultades para localizarla porque hacía mucho tiempo que se alejó y la comunicación ya no era tan fluida. Lastimosamente, a nuestra querida Margarita de Londres, no le pudimos avisar. Los correos electrónicos que teníamos eran incorrectos y la noticia se perdió en el ciberespacio.

Sin embargo, en la madrugada del miércoles pasado, mientras me encontraba en medio de las fotografías, las líneas que amigos y amigas han escrito y los diferentes tomos de la Agenda Cotidiana, el milagro sucedió.
Precisamente al abrir la Agenda Cotidiana que durante catorce meses escribió mi papi nombrándola “La Habitación de Margarita de Londres”, ella  apareció. Alegre, con su melena rebelde y su español con acento londinense,  preguntando qué tal nos iba y cómo se encontraba mi papá….

Esas últimas cinco palabras, fueron fulminantes para mí, pero ella no comprendió el origen de mi silencio ni la tardanza de mi respuesta. Estaba contenta de reencontrar a su familia salvadoreña, tanto así, que disparaba sin césar todo lo que haríamos para celebrar el reencuentro, empezando por saludar al mar, ese océano que la cautivó cuando coqueto le besó su diminuta mano al serle presentado por mi papá.

Margarita de Londres, te recordamos como un ángel que atravesó nuestras vidas y llegó a darnos con su sencillez y cariño un brillo a nuestra desgastada existencia. Margarita de Londres, no estés triste, yo sé que te da pesar no haberte podido despedir de él y quieres buscarlo, pero no te preocupes, hoy mi papi navega sobre la espuma de ese mar que tu amas y como bien sabes, él no es quien se queda quieto, de repente alza vuelo en un dos por tres, así que hoy mejor, te diré, si lo quieres buscar no vayas a la Casa Fantasma, posiblemente estará llegando a Saturno, mira que Breny nos dio la pista, porque las estrellas le dijeron que pasó por ahí; o tal vez se irá directamente a la Luna. Y quizás, si lo llegas a encontrar, él seguro te dirá que su recorrido es así porque iba siguiendo los pasos de Idefix.

Margarita de Londres, no llores, yo sé que tu duelo empieza hoy, por ese hombre incomparable con el que a pesar de los años y años que pasaron, nunca terminaste las conversaciones, con ese gran ser humano que siempre vas a llevar en tu corazón, y que al igual que a mí, hoy, te empieza a doler de manera indescriptible, su ausencia.

Recordando a Armando Herrera/ Por Hugo Molina R.

Estimada Michele, Breny, Armandito y resto familiares:
He visto el correo con Ana María sobre el recuerdo de Armando, el querido padre de ustedes y mi gran amigo e inolvidable compañero de lucha. Lamentamos con Ana María no poder asistir al acto.

Cuando su sepelio, con mucho sentimiento, hablé de Armando sobre las acciones que fueron necesarias para la recuperación de la autonomía de la UES, durante los últimos meses de 1978 después de septiembre cuando fue asesinado Carlos "el chucho" Rodríguez, decano de la facultad de Ciencias Económicas. Armando, el compañero Oscar Acevedo quien falleció en los primeros años de la guerra,  y Yo trabajamos, cada quien en su escenario de lucha, con el propósito mencionado, que se logró echando al CAPUES, que desde 1972 la dictadura lo impuso en la UES. Fue conquistada la Ley de recuperación de la autonomía de la UES, con apoyo del presidente de la Asamblea Legislativa en aquel momento, el señor Leandro Echeverría, el mismo que participó como miembro de la Comisión Ad-Hoc en 1992 para la depuración de la Fuerza Armada, junto con Reynaldo Galindo Polh y Abraham Rodríguez, Comisión en cuya integración influyó mucho Schafik.  Copia de la Ley original de la autonomía de la UES fue llevada, con participación de Armando, a Monseñor Romero y se le dijo que a partir de enero de 1979 la UES se transformaría en la voz para sin voz, y l acompañaría a él en esa misión democrática de aquel tiempo.

A partir de enero de 1979 comenzó la autonomía de la UES, Monseñor Romero visitó la universidad y la población de estudiantes, docentes y personal administrativos lo recibieron masivamente y fue algo inmenso.  Hubo que trabajar por la instalación de autoridades provisionales de la UES primero y después mediante elecciones, en las que Armando dedicó inagotables esfuerzos. Pero algo especial es que a partir de enero de 1979 renació el Periódico El Universitario a cargo de la Editorial de la UES, cuya Dirección quedó en manos de  Armando, lo mismo que la Imprenta, por supuesto.  El Universitario incluía una página "Letra viva, letra viva, letra viva", sección de Arte y Letras, dirigido directamente por Armando, página que, igual que todo el periódico, tuvo carácter revolucionario. Se dio seguimiento a la revolución sandinista desde antes, durante y después de la victoria. Es posible que ustedes tengan los ejemplares de El Universitario, empastados, de todos los meses de 1979, durante el tiempo que salieron, porque Armando me facilitó copias de todos los periódicos, empastados.
 
Armando y Yo fuimos hermanos de lucha en esos momentos y también durante los años de la guerra del pueblo y los años posteriores. El recuerdo que guardo de él, es imborrable.
Por favor reciban nuestros cariños y sentimientos permanentes como familiares que seguimos siendo.

Fuertes abrazos cariñosos.
Hugo Molina  R. 
10 de diciembre de 2010

GATO / Por Norah Méndez

  Al amigo como padre, Armando Herrera
Gato
por vos pasó la mariposa negra en el zaguán
el vuelo del tiempo
para adelante
siempre para atrás

Gato
era tu huella la del agua en el pasillo
del mar donde te ahogaste
seco
en una ola de palabras
náufrago dentro tus ojos verdes

Gato
se llora sólo a los amigos
 
Gato
el papel donde anoté a Mercedes
se hizo tarde

Gato
cuando volvamos a ver/nos
¿sonreímos o lloramos?
acaso todo es la vez
y ni cuenta nos damos
 
Norah Mendez
2009

Fotos para rellenar este espacio con su Memoria / Por CECILIA SÁNCHEZ

Agradecimiento a Cecilia Sánchez y su familia por compartirnos estas hermosas fotos del su archivo personal.

Bautizo de Gabriel Kliche-Sánchez
Armando y Angel Ibarra son los padrinos. Abril 1995









Recibimiento a Claribel Alegría



Recibimiento de Claribel Alegría, fue su primera visita a El Salvador luego de finalizado el conflicto, 1993.

MI PADRINO ARMANDO / Por Gabriel Kliche-Sánchez

En el 2006, cuando estuve un mes en El Salvador, me acuerdo que fui con mi madre una mañana al Mr. Donouts en la San Luis a desayunar.

De pronto llegó un señor y me pregunté quién podría ser. El señor estuvo hablando con mi madre y me parecía, que ellos se respetaban mucho. El hombre empezó a hablar conmigo y yo fui muy tímido, pero, perdí mi timidez cuando él me dijo que le gustaba 'system of a down', una banda que fue súper chiva para mí. Charlamos sobre las bandas una hora más y después el señor se tuvo que ir.

Cuando se fue mi madre me preguntó 'como te parece tu padrino Armando?' No sabía que fue él. 

En el 2009, nos volvimos a encontrar, y me preguntó si esta vez me acordaba de él.  ¿Cómo lo iba a olvidar? Hubiera querido tener más contacto con mi padrino. Me falta mucho.

9 de diciembre 2010
 
Padrino y ahijado. Esta foto fue tomada en el Centro Cultural Nuestra América en la celebración del triunfo del FMLN, 2009.

Poema de Armando para Gabriel / Cecilia Sánchez




«El poema esta así de doblado porque cuando vinimos para Alemania lo guardé junto con el ombligo de Gabriel»  
Cecilia.

“EL BEBÉ DE LA AVENIDA C” / Por Cecilia Sánchez

«Sí querida Michele, tengo algunas cosas que quiero mandarte. Sólo tengo que scanearlas. Seguro mi esposo que veía a Armando como un hermano, querrá escribir algo.

Te voy a contar que en mi último viaje a San Salvador, no me pude encontrar con el viejo, sólo hablamos por teléfono varias veces, él nunca tenía tiempo porque estaba casi siempre en el hospital preparándose para la segunda operación. El día siguiente de mi regreso a Alemania, abrí mi correo y uno de ellos decía "Comadre, cuando usted estaba viajando para Alemania, el Compadre Armando estaba viajando a otro mundo". Los tres que en ese momento nos encontrábamos en casa, (Luty, Gabriel y yo), nos abrazamos, lloramos y leímos el poema que te enviaré.

Querida Michele, intentaré escribir algo, me es muy difícil, son tantos recuerdos. Para mí, no es sólo el intelectual, para mí es, además, la amistad, las familias, el compañerismo, la hermandad. Creo que me comprendes»

EL BEBÉ DE LA AVENIDA C/ ARMANDO HERRERA

Antes que tú,
mujer de corazón inexplorado,
vengas a mis rituales brazos,
el bebé de la Avenida C
cumplirá tres meses
y cinco días tropisajones.
Apresúrate mujer afebrada
Ardo en aguas profundas
por besar tu caminar
y pronto presentarte,
al estilo laponiano
Al bebé de la Avenida C.
Un día azulino
De los jaguares solitarios
la Gitana antes de acariciar
mi voz sin vos, me confesó
Que Guillermo Gabriel nombraron
al bebé de la Avenida C.
Guillermo,
quizás por sus ojos atacantes
y Gabriel
por su mirada santificada.
El bebé de la Avenida C
se despierta con versos cósmicos
de Solentiname, y luego
se la pasa seriamente jugando
con Picasso y Monet y Soles
y Minero y Mata y Lindo
y Reyes y Chati
y Solís y Quijano
y Dalí.
Y se duerme arrullado
por Luis Armstrong
del cuarenta y cuatro.
También a ti,
mujer melancólica,
el bebé de la Avenida C
te envolverá.
Pero por favor,
Antes de que él
pronuncie mi leyenda,
bebe un vinillo
dulcemente premonitorio.
 
8 de febrero de 1995. Jaguar 7
Arte Pub
Los Pirineos.