AGENDA COTIDIANA
POR ARMANDO HERRERA
OASIS
_Si, es doblemente fantástico
escuchar la música de la lejana
patria bajo el azul, entre el verdor,
en esta curvilínea carretera,
en este auto misterioso, y además
ir contigo.
Arturo Sebastián se sintió feliz por las palabras de Ana, y le
agradeció a los dioses mayas
y finlandeses por ese inesperado
golpe de suerte auditivo.
Generalmente no escuchaba
La Clásica porque la consideraba
una expresión subcultural
de la decadencia de la burguesía
provincial del país. Además por
asuntos propios de la guerra y su
trabajo ponía más atención a la
KL, la sonora, la YSU, las cuales
siempre brindaban información
fresca y oportuna, aunque no
soportaba la programación musical
de esas radioemisoras.
Cuando deseaba entretenerse
se conectaba con la femenina
y la ABC, que por cierto eran
las preferidas entre la muchachada
guerrillera.
¿Pero La Clásica? No.
Si quería escuchar música clásica
mejor visitaba al poeta Campos,
quien además de tener una
completa discoteca, sabía mucho
de arte mayor y menor.
Pero qué bien la casualidad.
Se sintió feliz y no le dijo nada
a Ana, ni siquiera que desconocía
que esa música era el himno
de Finlandia.
Para impresionar más a su
compañera de viaje, abrió
la portezuela del techo de su auto,
puso el aire acondicionado
al máximo, encendió dos cigarrillos
cubanos y le dio uno de ellos a Ana.
Así bajaron toda la cuesta
o la Calle de los Chorros. Al llegar
a Colón se detuvo en la gasolinera
e invitó a Ana a tomar un café;
le interesaba observar cómo estaba
el estado del tránsito vehicular,
y particularmente cómo se movía
el ejército…
EN MEMORIA DE ARMANDO HERRERA
5TO. ANIVERSARIO.
11 DE DICIEMBRE DE 2014
IRMA ESTRADA MENENDEZ
