Armando se reía de todos/as hasta de él mismo,
su AGENDA COTIDIANA, es un ejemplo de ello.
Toda su familia consanguínea y política, desfiló por sus páginas.
Siempre se reía aún a costa de nuestras costillas a veces, terminábamos por enojarnos.
El Colmo de sus bromas fue cuando lo están alistando para operarlo llegó Monseñor Medrano y lo recibió con bromas, luego lo pasaron del carrito a la mesa de operaciones y allí siguió haciendo bromas de las operaciones y ahí se durmió para siempre.
¡Espero que le esté contando chistes a San Pedro!
¡Que descanse en Paz!
9 de diciembre 2010
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